Peligro de la derecha

Helsinki, 17 abr (dpa) - El país se encuentra sumido en una crisis con varios frentes: tensiones en Europa, sanciones contra su vecina Rusia, una economía en crisis y ningún nuevo Nokia a la vista. La tasa de desempleo se ubica en el diez por ciento y casi nadie apuesta ya por el gobierno de la actual coalición conservadora.

Para muchos, Stubb es además "muy poco finlandés": deportista apasionado, es extrovertido, se hace selfies en público y lleva trajes caros. "Muchos piensan que la política debe ser un asunto serio. Y que Stubb la convierte en una caricatura", señala Markku Jokisipilä, director del centro de estudios parlamentarios de la Universidad de Turku.

Los finlandeses están enfadados porque la coalición de cuatro partidos no ha logrado sus propias metas y han perdido la paciencia, opina este analista.

En marzo, por ejemplo, fracasó debido a problemas constitucionales una reforma social y de salud anunciada a bombo y platillo. Fue un desastre político para una coalición que ya se tambaleaba. "Habían invertido tanto tiempo y esfuerzo en esa reforma", señala Jokisipilä. Finlandia necesita urgentemente hacer cambios para poder seguir manteniendo su Estado de bienestar, pero por ahora todo sigue congelado.

Stubb se defiende alegando que heredó una difícil situación económica. "Y no hay pociones mágicas para arreglar todo", añade en declaraciones a dpa. "Tenemos la gran misión de encontrar una nueva Nokia", dice Jokisipilä, "es algo que podría ser el futuro de Finlandia".

Aunque Stubb se presenta como alguien dispuesto a apretar los cinturones mejor que ninguno, en las encuestas los finlandeses afirman creer más en su contrincante Juha Sipilä, del social-liberal Partido de Centro, a la hora de volver a tomar control sobre la situación.

Sipilä es un empresario de éxito y la política es su segunda carrera, lo que lo hace "un candidato creíble y prometedor", considera Jokisipilä. "Sería sorprendente que no se convirtiera en primer ministro", afirma por su parte el politólogo Lauri Karvonen.

El Partido de Centro promete crear 200.000 nuevos empleos en el sector privado en la próxima década y un dos por ciento de crecimiento hasta 2019. Las áreas elegidas para dar impulso a Finlandia son el turismo y la llamada economía biológica (los sectores relacionados con la economía sustentable). "Creo firmemente que Finlandia tiene gran potencial en esos sectores", señaló Sipilä a dpa.

Con quién cerrará alianzas en caso de ganar es por ahora un misterio. En Finlandia hay "gran flexibilidad ideológica entre los partidos", señala Karvonen. "Todos se pueden ir a la cama con los demás". Eso dificulta mucho a los electores la tarea cuando quieren ejercer el voto castigo, añade.

Otro tema de la campaña ha sido el posible acercamiento a la OTAN y los problemas con Rusia. La relación especial con este país es una cuestión delicada en Finlandia. El país sufre bastante por las sanciones aplicadas a Moscú por el conflicto en Ucrania.

Mientras que Stubb, un apasionado europeísta, defendió la línea de la Unión Europea (UE) sobre el tema, el Partido de Centro aboga por una relación bilateral con su vecino independiente de las políticas del bloque. En cualquier caso, ninguno de los dos partidos quiso convertir en tema de campaña la política de seguridad, en vista de la frontera de 1.300 kilómetros que comparte el país con Rusia.